El Mar Rojo es la ruta más rápida entre Asia y Europa. Ante las interrupciones, importantes navieras como Mediterranean Shipping Company y Maersk han desviado sus buques hacia la ruta, considerablemente más larga, que rodea el Cabo de Buena Esperanza en África, lo que ha generado mayores gastos, incluidos los seguros, y retrasos.
Hasta finales de febrero, los hutíes habían atacado aproximadamente 50 buques comerciales y algunos buques militares en la zona.
Mientras la Franja de Gaza se acerca a un acuerdo de alto el fuego, la situación en el Mar Rojo continúa perturbando el transporte marítimo mundial y plantea nuevos desafíos: posibles problemas en la red debido a reparaciones obstruidas de cables submarinos e impactos ambientales por hundimientos de barcos.
Estados Unidos realizó su primer lanzamiento de ayuda a Gaza en medio de una crisis humanitaria, e Israel aceptó tentativamente un alto el fuego de seis semanas, condicionado a la liberación de rehenes por parte de Hamás. Sin embargo, los ataques a buques comerciales por parte de rebeldes hutíes yemeníes que apoyan a Hamás dañaron los cables submarinos, lo que afectó la conectividad en algunos países, especialmente el 24 de febrero en India, Pakistán y partes de África Oriental.
El Rubymar, que transportaba 22.000 toneladas de fertilizantes, se hundió en el mar tras ser alcanzado por un misil el 2 de marzo, derramándose el fertilizante. Esto amenaza con causar una crisis ambiental en el sur del Mar Rojo y aumenta una vez más los riesgos del transporte de materias primas a través del crítico estrecho de Bab al-Mandab.
Hora de publicación: 05-mar-2024